Grotte del Huécar - Cuenca, Cuenca

Sandra H. O.

Lamentablemente no puedo poner buena nota.. Fuimos recomendados por las reseñas y nosotros no tuvimos buena experiencia.

AMBIENTE: El local es chulo y tiene buenas vistas, aunque evidentemente es una cueva y huele a humedad. Pero se aguanta.

COMIDA: Aquí estuvo el gran problema. Pedimos para compartir croquetas caseras que bueno.. ni tan mal y uno de esos platos venía con un pelo bastante largo.. (puede pasar) El camarero, cuando la chica se llevó el plato, le dijo a ella: les voy a echar la bronca. Si, pero no vino a disculparse a mesa.

Los demás platos nos parecieron una broma. Los precios no son nada baratos y acompañar una hamburguesa de palomitas de colores o algodón de azúcar, pues no lo veo. La hamburguesa era “smash” y de smash no tenía nada. Cruda y hecha a partes iguales.
El durum “en tempura” no es más que una fajita de trigo del super, con 2 tomates cherry cortados por la mitad y 3 hojas de rúcula. Eso si, salsa por encima como si no hubiese un mañana. Llevaba pollo rebozado dentro que si estaba rico y parecía casero.

No creo que sean dos platos para valer eso cuando la presentación/guarnición no valen eso. Una lástima todo.

Aunque siempre animamos a que sea una crítica constructiva y solo sirva para darle una vuelta

CARLOS P.

Nuestra experiencia en este restaurante ha tenido luces y sombras. Por un lado, la comida es excelente: platos bien elaborados, con una presentación cuidada y muy buen sabor. El local es bonito y acogedor, y el servicio es rápido y eficiente. Sin duda, en cuanto a calidad gastronómica, está a la altura.

Sin embargo, hubo ciertos detalles en la atención que nos dejaron un sabor amargo. Mientras estábamos en la mesa, vimos cómo a la pareja de al lado les invitaron a unos chupitos, un gesto que siempre se agradece. En un momento dado, escuchamos de lejos cómo un camarero le preguntaba a otro si también nos ofrecerían chupitos a nosotros y, por lo que pudimos intuir, la respuesta fue negativa, ya que nunca llegaron. Podría haber sido casualidad, pero esto, sumado a algunos comentarios desafortunados por parte del personal, como un innecesario “¿Qué mariconada es esta?”, nos hizo sentir que quizá el trato no fue el mismo por ser una pareja homosexual.

No sabemos si se trata de una actitud puntual de ciertos empleados o algo más generalizado, pero creemos que en un establecimiento de este nivel debería cuidarse tanto la calidad de la cocina como el respeto y la igualdad en el trato a los clientes. Es una pena que una experiencia que podía haber sido redonda se viera empañada por estos detalles. Ojalá se tomen en cuenta este tipo de cuestiones, porque un buen restaurante no solo debe destacar por su comida, sino también por ofrecer un ambiente en el que todos los clientes se sientan bienvenidos.

Teresa C.

Fuimos a cenar a este local tan original como bonito y aún sabiendo lo que nos íbamos a encontrar, nos sorprendió. La calidad de la comida es muy buena, de primeras puedes pensar que es un sitio moderno de productos mediocres, pero nada más lejos de la realidad. Recomendamos las dos croquetas que ofrecen en la carta, increíbles! Y la tarta de queso, la mejor que he probado nunca. Nos encantó!

Ester G.

Toda la comida estaba deliciosa, muy buena calidad y bien elaborado. Lo único que no nos gustó fue la tarta de queso… creemos que por un fallo en la elaboración. Tenia muchos grumos (como si no se hubiese mezclado bien la masa) y la parte exterior demasiado cuajada, como una esponja. Una pena porque de sabor en el centro estaba muy rica.
Aún así, recomendable.

Chus S.

Un sitio muy original y acogedor, fue la primera vez y la verdad es que me ha sorprendido gratamente.

La comida muy buena y bien presenda, con unos precios acordes a los mismos.

El servicio inmejorable, desde que entras hasta que sales del restaurante.

Sin duda repetiré, da gusto descubrir sitios con tanto encanto y tan bien cuidados.
Gracias por todo.

Sofy L.

Fuimos a comer teniendo reserva previa.el lugar es muy bonito y con una decoración muy chula. El trato fue excepcional y los platos que pedimos estaban super ricos.
Una experiencia para repetir, aunque pillamos un dia de lluvia y no pudimos disfrutar de la bonita terraza.

Lucia I. M.

Cabe destacar el excelente trato de los camareros y jefe de sala, son todos muy atentos y rápidos.
Por otra parte, pedimos de entrante una croqueta de jamón que no sabían apenas a jamón, y una tosta de focaccia la cual tenía la masa algo cruda. De postre pedimos tarta de queso que a parte de estar demasiado dorada por arriba estaba demasiado densa.

Yadira C. A.

Una experiencia única, la comida llego súper rápido y una calidad genial. Los camareros muy majos. Un lugar bien bonito para cenar, comer etc.