Fuente del Gato - Barcelona

Etel R.

Me ha hecho mucha ilusión ir a este sitio emblemático de Barcelona. El lugar es precioso, la comida dele restaurante es buena y variada, principalmente las tapas. El atendimiento amable y de acuerdo con lo que necesitas. Unos jardines preciosos alrededor. Un paraíso dentro de la metrópole que es Bcn.

Ana R. S. P.

Me gusto mucho la cascada, hay muchas fotos publicadas que son otras partes del gran parque. El sector de la casa japonesa y su patio tiene un gato quizás por ello así llamaron a la cascada. El diseño del parque es un poco laberíntico, hay hermosos lugares como el jardín japonés: pero si no tomas una foto antes de entrar al parque y saber por donde vas no lo encontraste fácilmente. Se confunde esta fuente con la del diablo una pena porque la cascada es hermosa y me hizo acordar a la ingeniería mozarabe.

Danielle C.

Sentirse en las montañas, pero en Barcelona. Que bueno que volvamos a tener el patio de esta casa tan bonita como opción para comida. El menu de pinchos a 23 euros aunque suene no tan barato es muy justo, la carne es de proximidad y mucha calidad y además viene en buena cantidad. Solo diría que en días muyy calurosos o de lluvia este sitio es abierto y sin climatización, lo que hay que llevarse en consideración.

Joan R. C. G. (.

El edificio fue restaurado en 2002. A principios del siglo XXI vuelve a tener la función de restaurante y aloja la sede de la Real Federación Española de Tenis. Actualmente es sede del Centro de Estudios Olímpicos Juan Antonio Samaranch, gestionado por la Fundación Barcelona Olímpica.
El periodista y autor teatral Joan Amich le dedicó una canción: La Marieta de l'ull viu, que narra los amores de Marieta con un soldado, y que se convirtió prácticamente en un himno. También inspiró un cuplé cantado por Pilar Alonso y una comedia interpretada con gran éxito por Pep Santpere en el teatro Español.
Efectivamente, la Font del Gat brota en el fondo de una cueva y según dice la voz popular, debe su nombre a que fue encontrada por un gato en 1855, y que por ello la fuente está coronada por la escultura de este felino. Su localización, de cara al norte y entre frondosos árboles, la hacían especialmente amena en verano.
En las tardes de los domingos se bailaba al son del piano de manivela, y, según la leyenda urbana frecuentaban el lugar soldados y criadas y todo tipo de hombres y mujeres de clase trabajadora, ya que los burgueses con sus carruajes podían ir más lejos. Entre baile y baile degustaban la comida que se vendía en el mostrador. Su fama fue tan grande que la popular Colla de l'arrós hizo construir un elegante restaurante muy cerca de la fuente.

David P.

Teníamos expectativas para este restaurante, insertado en lugar tan icónico y bonito. Siempre pasábamos allí y comentábamos el lindo que seria un restaurante reabrir allí.

Para nuestra pena, fue una tremenda desilusión, equiparable a un negocio de la universidad, con las señas , el balcón de pedir los tragos , el self-service de “salada”(que es lechuga) y lo más notable : la desorganización que es todo esta montado.

El problema ni es lo cuanto la comida es sencilla , es que todo de verdad es incómodo y parece montado en una calle para un concierto específico en una data específica, no un establecimiento que tiene intenciones de quedar se. Y de verdad no podemos apuntar una única comida que digamos : que rico. Fue todo bastante X.

Para el marketing hecho del lugar , el tiempo de espera de mesa , fue una decepción impresión, compartida por todos en un grupo de 6 personas. El menú de 23€ personas es para uno quedar se con hambre y insatisfecho.

La única cosa positiva es el espacio, pero eso es Montjuic, no el restaurante que se lo creó.

Esperamos honestamente que este lugar venga a ser usado por gente que sepa montar un restaurante , encuadrado en la naturaleza , y proporcionando una experiencia que , en buenas manos, puede ser única.

Miriam B.

Me decepcionó bastante el trato y la cantidad de comida por el precio. Por 30€ me tomé 2 cervezas, un mini gazpacho, y 4 trocitos de comida. Los menús de parrilla un timo.

Martin B.

La peor comida que te vas a comer en Barcelona! El arroz de la paella estaba más duro que una piedra!!!
Terrible cocina y carisimo!!!!
Ahorrense el mal rato!!!

FRAN

Baixant de la Font del Gat (Bajando de la fuente del gato) es una popular sardana compuesta en 1926 por el compositor catalán Enric Morera i Viura, a la que le añadió letra Antoni Vives i Batlle, convirtiéndose a partir de entonces su estribillo en una célebre canción infantil.
La canción se basa en una popular fuente situada en los jardines de Laribal, de la montaña de Montjuic en Barcelona, donde desde mediados del siglo XIX las parejas de enamorados acudían para obtener intimidad, ya que estaba situada en uno de los lugares más solitarios de la montaña.

La Font del Gat («fuente del gato») es una famosa y reconocida fuente de Barcelona, ubicada dentro de los jardines de Laribal, en la montaña de Montjuic.

La Font del Gat
Historia y descripción
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Puerta de acceso al recinto de la Font del Gat, construido por Puig i Cadafalch.
La fuente está situada dentro de una arcada construida con piedra tosca y debe su nombre a la forma de su surtidor con una cara felina. Se encuentra en una zona de jardines, escalinatas y fuentes que conducen desde el paseo de Santa Madrona hasta la fuente.

El conjunto de los jardines de Laribal ocupan la pendiente que va desde la parte más alta de los jardines hasta el paseo de Santa Madrona. Se trata de un conjunto de caminos, terrazas y rincones que se adpatan al relieve del terreno con pérgolas, miradores, escaleras, rampas y una cascada monumental con cuatro secciones separadas por caminos y canales, que están conectados en diferentes tramos.[1]

Una antigua canción catalana (Baixant de la Font del Gat) contribuyó a su popularidad.

Delante mismo de la fuente, hay un edificio novecentista de 1918 que tiene la función de restaurante, obra de Josep Puig i Cadafalch. Puig también rehízo la urbanización de los jardines del la Font del Gat, diseñados por Jean Claude Nicolas Forestier dentro del plan de urbanización de la montaña de Montjuic cuando incorporó el restaurante. El surtidor de la fuente, en forma de cabeza de gato, fue obra del escultor Josep Antoni Homs.

El edificio fue restaurado en el año 2002. Además de restaurante, actualmente aloja el Centre d'Estudis Olímpics i de l'Esport Joan Antoni Samaranch, centro de documentación gestionado por la Fundació Barcelona Olímpica.