CARPE DIEM EBANISTERIA - Alcobendas, Madrid

Silvia G.

Contraté los servicios de esta carpintería para fabricar varios muebles a medida para mi vivienda en Madrid y quedé más que satisfecho. Desde el primer momento demostraron seriedad y profesionalismo: visitaron mi casa para tomar medidas, me asesoraron sobre los tipos de madera y acabados, y se encargaron de todo el proceso de diseño.

La calidad de los materiales es excelente, se nota que trabajan con maderas nobles y cuidan cada detalle. La instalación fue rápida y limpia, y además resolvieron pequeños ajustes sin coste adicional. Agradezco especialmente la buena comunicación que mantuvieron en todo momento, informándome de cada avance y cumpliendo los plazos pactados.

Recomiendo esta carpintería a cualquiera que busque muebles a medida de calidad, trato cercano y resultados duraderos. Sin duda volveré a encargarles más trabajos en el futuro.”*

Angelina S.

Son unos impresentables. Cerramos con ellos tres proyectos y hemos tenido que cancelar los tres . Nos dijeron una primera fecha , primer de mayo para el primer proyecto y el último sería a finales de mayo. Nos empezaron a posponer las fechas de entrega , avisándonos ya con fechas vencidas . Casi dos meses después , nos vuelven a decir que empezarían a producir el primer proyecto para Julio . En esta situación les dijimos que cancelamos el pedido y nos devuelvan el dinero , tres semanas después , siguen sin coger el teléfono , correos y nadie se pronuncia. Son unos informales , con una falta de profesionalidad increíble . Al menos deberían de contestar y devolver el dinero para poder contratar a otros profesionales que sí estén a la altura y sean responsables de su trabajo

Maria C. R.

Increíble trabajo ! Lo encontré buscando carpinterías y he quedado encantada , el trato es exquisito y trabajan genial ! Muy recomendable 🙂

Gracias Andres por tu buen trato y amabilidad , un placer

Juan C. T.

Decepcionante e indignante. Encargamos dos proyectos con fechas claras y presupuestos cerrados. Todo parecía correcto al principio, muy formales para cobrar, pero a la hora de cumplir… todo cambió. Nos prometieron entregas para mediados de mes y lo único que recibimos fueron excusas, retrasos y promesas vacías. Pasaron semanas y cuando ya todo estaba fuera de plazo, nos dicen que “quizá” podrían empezar más adelante. ¿Perdón?

Ante semejante desfachatez, pedimos cancelar y recuperar nuestro dinero. Pues bien, más de tres semanas después, silencio absoluto. No contestan llamadas, ignoran los correos y no hay manera de obtener respuesta.

Una empresa que actúa así no solo es poco seria, sino que deja mucho que pensar sobre su forma de operar. A día de hoy seguimos esperando que den la cara. Lamentablemente, hay quienes cobran rápido pero trabajan como si todo les diera igual. Mucho cuidado

Supercarisma

Gente muy poco seria. Les llamo para un presupuesto y me piden que les mande todas las fotos de las puertas por WhatsApp porque dicen que no se van a desplazar hasta aquí (y eso que vivo a 10min) sin tener claro que el presupuesto se va a aceptar. Les mando lo que piden y tres semanas después aún sigo esperando respuesta. Alucinante! Les sobran clientes se ve, porque yo les había encargado 17 puertas, no sé si todos los clientes van tan fuertes pero si a mí me han ignorado con un trabajo que podía rondar los 8000€, no sé qué harán con el resto... En fin... Luego se quejan de que los negocios locales no funcionan porque la gente compra al Leroy Merlín o similar. Se lo buscan solitos...

Manuel G. N.

Estoy encantado con el trabajo de CARPE DIEM. Desde el primer contacto, la atención fue cercana y profesional. Captaron exactamente lo que quería y el resultado superó mis expectativas. Totalmente recomendables si buscas un buen trabajo de carpintería personalizado.

Belen N. H.

Excelente experiencia. Trato inmejorable y calidad excepcional. Se nota que saben lo que hacen. Sin dudas volvería a repetir con ellos.

pablo D. G.

Gracias carpe diem por el trabajo de cocina que hicieron , súper prolijo , ahora a disfrutarla gracias Andrés y sus trabajadores